Día 5 : Le Faou - Punta de Penhir - Locronan - Punta Du Raz - Quimper

Quinto día de la ruta por Bretaña en coche. La primera parada fue el pueblo de Pleyben. Desde allí la ruta continuó visitando Le Faou, la Punta de Penhir, el precioso pueblo de Locroman, la impresionante Punta Du Raz y Quimper. Por el camino descansamos en la animada playa de Pentrez. Como de costumbre el despertador sonó temprano. El día anterior todo lo que visitamos nos resultó mágico, muy difícil de superar, pero también resultó ser intenso y estábamos algo cansados, por lo que despertar nos costó algo más de lo habitual. Aún así, pasadas las 8 de la mañana ya estábamos en el coche dirección la Punta de Pen Hir. Acompáñanos para descubrir los tesoros de finisterre francés y todo lo que hay qué ver en Locroman, un pueblo que nos encantó.

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Índice

✍ Pleyben

A los pocos kilómetros de estar en la carretera vimos un conjunto religioso que nos llamó la atención, era en Pleyben. Decidimos parar y sacar algunas fotos. El conjunto religioso de Pleyben cuenta con un arco del triunfo que hace de entrada al recinto, además de la iglesia, calvario y el osario.

Pleyben

✍ Le Faou

Como nos pillaba de paso y habíamos oído muy buenas referencias sobre Le Faou, paramos para recorrer el pueblo y ya aprovechamos para comprar pan y tomar un café. Está considerado uno de los pueblos más bellos de Francia, destacando 23 casas de madera que están protegidas. Personalmente me pareció un pueblecito chulo, pero sin más. Destacar la calle principal que tiene una arquitectura medieval muy bien conservada, con las casas de madera y otras con fachadas de granito y tejados de pizarra.

Le Faou

✍ Punta de Pen Hir

Antes de las 11 de la mañana estábamos en la Punta de Pen Hir. Nosotros esperábamos encontrar simplemente un pasaje natural, pero para nuestra sorpresa, unos metros antes de llegar, descubrimos que, justo en esa ubicación, estaba el Museo Memorial de la Batalla del Atlántico. Disfrutamos paseando por un búnker impresionante de la 2º Guerra Mundial y admirando las vistas, eran increíbles las playas y acantilados que se podían observar desde allí.

bunker punta de pen hir

Después de recorrer el búnker, todavía impresionados por su gran tamaño y las sensaciones que trasmitía el lugar, realizamos la pequeña ruta que discurre por los alrededores de la Punta de Pen Hir.

El lugar es maravilloso y a pesar del fuerte viento, da gusto pasear por él. La Punta de Pen Hir es la central de península de Crozon y está constituida por acantilados de 70 metros de altura. Lo más conocido del lugar son las tres rocas aisladas localizadas debajo del acantilado, conocidas como Tas de Pois, que en épocas pasadas llegaron a estar unidas al acantilado. Custodiando el lugar se encuentra la Croix de Pen Hir, una enorme cruz que rinde homenaje a los bretones que combatieron en la 2 Guerra Mundial.

Punta de Pen Hir

✍ Playa de Pentrez

Sobre las 12 de la mañana pusimos rumbo hacia nuestro siguiente destino, Locronan. En el camino vimos la enorme playa de Pentrez y decidimos hacer un alto. En la playa estaban realizando diversas actividades como windsurf o carreras de Kars con vela. Era una playa muy animada y con mucho ambiente. Nos quedamos cerca de media hora disfrutando de la playa, por lo que nuestra llegada a Locronan prevista para la 1 de tarde se retrasó unos minutos.

✍ Locronan

Pasada la 1 de la tarde llegamos a Locronan. No sé muy bien por donde me guió el GPS pero aparecimos por una entrada secundaria, donde una valla cortaba el paso a todo vehículo que no fuera de un vecino e indicaba como llegar hasta un parking a la entrada del pueblo. No sé ni cómo ni porqué, pero no hicimos caso a la advertencia y nos colamos dentro del pueblo con el coche. Todo era peatonal así que nos dirigimos hasta el parking y vimos que había que pagar 5 € por estacionar el coche. Para nuestra sorpresa, como veníamos del interior del pueblo, el mozo nos dejó pasar sin cobrar la entrada, y tras aparcar el coche, iniciamos el camino que conducía al centro del pueblo, que aproximadamente era de 500 metros.

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✍ Qué ver en Locronan

Sinceramente teníamos muchas esperanzas en Locronan, pues tiene el galardón de “pequeñas ciudades con carácter” y “de los pueblos más bonitos de Francia”.  El origen del asentamiento es Celta, pero en el siglo XI San Ronan lo cristianizó y ahora es el Santo del Pueblo y el que da nombre a la Iglesia que se encuentra en la Grand Place, la cual es el corazón del pueblo y la zona más animada del mismo. En la plaza se encuentra un pozo y 14 casas de granito del S. XVII, que junto a las calles empedradas componen un bonito conjunto arquitectónico. Por todo el casco urbano hay muchas tiendas, muy bien ambientadas y ofreciendo productos locales. Además, se cuida hasta el último detalle para dar la impresión de que el pueblo sigue anclado en el pasado, como que no se vean cables o antenas encima de los tejados de los edificios.

Tras recorrer el pueblo, que por otra parte es muy pequeñito, me sentí un poco defraudado. No por el pueblo en si, que estaba bien y tenía su encanto, pero había demasiada gente.  No recomiendo nada llegar sobre la hora de comer, si es posible ir a primera o última hora del día para poder disfrutar del pueblo en plenitud.

Locronan

Regresamos al coche y desde Locronan emprendimos camino hacia el siguiente objetivo del día, la Punta Du Raz, el finisterre francés. Estábamos a poco más de 40 kilómetros y con la hora estimada de llegada en las 3 de la tarde , así que ya nos esperamos para comer allí.

✍ Punta Du Raz

Por  fin llegamos a la Punta Du Raz. Teníamos muchas ganas de estar en este lugar de poder, rodeado de misticismo y leyendas, temido por los navegantes desde tiempos ancestrales y considerado por los franceses como el fin de la Tierra, que por otra parte no coincide con el Finisterre romano, que es el de Galicia.

Como no podía ser de otra forma hay que pagar por entrar y poder dejar el coche en el parking, 6,5€. Es un lugar masificado, era increíble el tamaño del parking y la cantidad de coches que había dentro. Coincidió que era la hora de comer y mucha gente estaba en las terrazas de los restaurantes o bien tirados en cualquier rincón comiéndose el bocadillo, lo que por fortuna hizo que no encontráramos demasiada gente durante la ruta. El recorrido se inicia en el punto de información  y se tarda poco mas de 20 minutos en llegar por el sendero central. Hay la posibilidad de llegar hasta la Punta de Raz en buses lanzadera,  están disponibles para personas con movilidad reducida y cuestan 1€.

El lugar en sí es espectacular, tiene bien ganado la denominación de Gran Sitio Nacional de Francia.  Es sendero transcurre por acantilados de 70 metros esculpidos durante siglos por la fuerza del viento y las olas, rodeado de arbustos y diversas especies de flora, que sobre todo en primavera tienen que dar un color especial al lugar, y gran diversidad de avifauna. Según nos acercábamos a la punta, divisamos una gran estatua de mármol en honor a “Nuestra Señora de los Naufragios”. Aquí era donde la mayoría de la gente finalizaba la ruta, solo los más curiosos y atrevidos avanzaban más, poniendo a prueba todas sus habilidades para avanzar sobre las rocas. Nosotros avanzamos un poco más y al final del cabo divisamos el faro de la Vielle en un islote a varios metros de la punta del acantilado y en el horizonte, se podía intuir la isla de Sein.

Finisterre francés

Durante la vuelta al coche, decidimos descansar  y comer  en unas rocas con buenas vistas, mientras nos imaginábamos lo que pensarían los marineros siglos atrás cuando pasaban por tan temido lugar, siendo famosas las tormentas y las olas que pueden alcanzar hasta los 20 metros de altura.

✍ Quimper

Antes de las 19 horas estábamos en Quimper, lugar donde haríamos noche. Siempre se consideró a esta ciudad como lugar de paso y nos sirvió para nuestro propósito, pero personalmente no me gustó nada y no volvería a parar aquí. Recorrimos todo el casco histórico pero ningún rincón llamó demasiado mi atención. Además estaban recogiendo el mercado y todo el centro era un poco caótico, y al mismo tiempo, a última hora de la tarde no me daba demasiada seguridad pasear por la calle con la cámara de fotos en la mano.  Antes de las 10 de la noche estábamos ya en el hotel descansando para la siguiente jornada donde veríamos las alineaciones megalíticas de Carnac.

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Más información sobre la ruta por Bretaña

Ruta por Bretaña en coche


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